Puerto Rico ante una nueva realidad
- Erika Nieves
- 14 may 2020
- 8 Min. de lectura
El país se enfrenta a cambios y estrictos protocolos.

Luego de dos meses, se ha visto como varios negocios ya han comenzado a abrir siguiendo los protocolos y el distanciamiento social. En la foto, José Matos se encuentra fuera de su pizzería en Santurce, Puerto Rico. (Foto de: Jim Wyss)
El Departamento de Salud de Puerto Rico (DSPR) continúa confirmando casos nuevos de COVID-19 diariamente mientras el País se enfrenta a una nueva realidad a la que se tendrá que acostumbrar.
Desde el 15 de marzo, Puerto Rico ha pasado por varios cambios y es importante que las personas estén al tanto de todo lo que ha estado ocurriendo, incluyendo la comprensión de varios términos que se han escuchado a diario. A continuación se estarán explicando ciertos datos y cómo el País ha manejado la situación.
Epidemia versus pandemia
Últimamente, por la situación del COVID-19 mundialmente, las palabras “pandemia” y “epidemia” han estado resonando mucho en los medios, pero ¿realmente conocemos sus significados y diferencias? La realidad es que ambos términos se relacionan, pero tienen diferentes definiciones.
Primero, la epidemiología estudia la frecuencia de aparición de una enfermedad, qué lo causa y su interés es basado en relación a la población, de quién, cuándo y dónde se enferma una persona. Una epidemia presenta la frecuencia inusual de una enfermedad en un país por un periodo de tiempo y sin embargo, la pandemia es cuando esa enfermedad se propaga más allá de las fronteras determinadas, explicó la epidemióloga y catedrática jubilada del Recinto de Ciencias Médicas (RCM), Judith Rodríguez. Por tal razón, el virus del COVID-19 a llegado a considerarse una pandemia.

En la foto se ilustra la diferencia entre una epidemia, como lo fue el ébola en África, y una pandemia como a la que el COVID-19 se ha convertido.
(Imagen por: Erika Nieves)
Letalidad, mortalidad y R0
Por otra parte, en relación a los números de muertes provocadas por el virus, la ex catedrática del RCM clarificó las diferencias entre mortalidad y letalidad. La tasa de mortalidad considera a la población total y se expresa por cada mil personas, mientras que la tasa de letalidad considera el número de muertes causadas directamente por el virus, dividido entre los casos que han dado positivo.

Rodríguez también añadió que este virus que enfrentamos tiene un R0 que va desde 2-2.5. El número R0 representa al número promedio de personas contagiadas que genera un caso a lo largo de un periodo. En esta situación, cada persona tendría la posibilidad de contagiar un promedio de 2.2 personas. Por tal razón, cuando el R0 es menor que 1, la infección muere tras un largo periodo. Sin embargo, cuando el R0 es mayor que 1, como ha sucedido con el coronavirus, la infección puede llegar a propagarse abundantemente entre una población. Estos son números que alarman a Rodríguez, pues comentó que aunque existen enfermedades con un R0 de 12, como el sarampión, estas sí tienen una vacuna disponible y por el momento, el COVID-19 no. “Desarrollar una vacuna podría tardar entre 2-3 años”, reveló Rodríguez.
La tasa de letalidad fue calculada en base a 117 muertes por COVID-19 y 2,427 casos confirmados en Puerto Rico. Por otra parte, Estados Unidos se calculó en base a 85,533 muertes por COVID-19 y 1,437,831 casos confirmados. Ambos resultados corresponden hasta la fecha del 14 de mayo de 2020 y fueron expresados en porcentaje.
(Gráfica por: Erika Nieves)
La tasa de mortalidad fue calculada en base a 117 muertes por COVID-19 y 3.194 millones de habitantes en Puerto Rico (durante 2019). Por otra parte, Estados Unidos se calculó en base a 85,533 muertes (por COVID-19) y 328.2 millones de habitantes (durante 2019). Ambos resultados corresponden hasta la fecha del 14 de mayo de 2020 y fueron expresados por cada mil personas.
(Gráfica por: Erika Nieves)
Llegada del COVID-19 a Puerto Rico
Originalmente, los casos de COVID-19 comenzaron a esparcirse en Puerto Rico luego de que una turista italiana de 68 años mostrara síntomas de neumonía y se pusiera en aislamiento tras haber llegado a la Isla en el crucero Costa Luminosa, que venía desde Fort Lauderdale, Florida. Igualmente, se supo sobre un turista panameño que acudió al famoso concierto del Día Nacional de la Zalsa en el Estadio Hiram Bithorn de San Juan.
Ambos pacientes fallecieron más adelante. Sin embargo, luego de dos meses de estar en esta situación, el DSPR confirmó que la turista italiana no fue la primera muerte de este virus en Puerto Rico. Se trata de un hombre de 54 años de San Juan que murió el 17 de marzo y de otro hombre de Trujillo Alto de 66 años que murió el 20 de marzo, suministró el epidemiólogo del Estado, David Capó.
Para manejar la incertidumbre sobre los posibles casos y evitar la propagación del virus en Puerto Rico, la gobernadora Wanda Vázquez Garced le pidió al pueblo que tomaran medidas preventivas, así como lavarse la manos más a menudo y evitar el contacto con otras personas. Desde el 15 de marzo, el país lleva en una estricta cuarentena que ciertamente ha traído varias repercusiones en el aspecto económico, político y emocional.
Actualmente, según ha confirmado el DSPR, Puerto Rico cuenta con 2,427 casos y 117 muertes.
(Mapa por: Erika Nieves)
Pruebas del COVID-19 realizadas en Puerto Rico
La prueba para el COVID-19 no es una tarea complicada. La forma más común, consiste en insertar un hisopo por la nariz o la garganta y así se obtiene la muestra a ser examinada. Según confirmó el DSPR, las personas deberán llenar un historial médico primero para luego examinarse y que las pruebas sean referidas a un laboratorio. Por otra parte, también se pueden realizar exámenes de sangre para determinar si una persona está contagiada o no.
Cabe mencionar que dentro de los laboratorios, existen varios tipos de pruebas que pueden determinar diferentes detalles sobre la infección en la persona evaluada. Primeramente, está la prueba PCR, la que se realiza con el hisopo, la cual es la que se acepta como válida. Por otra parte, la prueba IgM, la de sangre, mide un momento después de haber tenido la infección. Por último, la prueba IgG es la que mide casi al final de la enfermedad, es decir que mide si la persona llegó a estar expuesta al virus.
Por tal razón, la alcaldesa Carmen Yulín Cruz estableció, desde el 23 de marzo, un sistema de servicarro en el Centro de Diagnóstico y Tratamiento en Río Piedras. “Si usted no tiene síntomas, ninguno, usted no es candidato ahora mismo para hacerle la muestra”, aclaró Yulín Cruz. Sólo las personas que sientan síntomas similares al COVID-19, o que hayan estado en contacto con otra persona oficialmente infectada podrán solicitar la prueba.
Sin embargo, ha habido ocasiones que varias personas han sido negadas el acceso a las pruebas a pesar de contar con referidos médicos y haber estado en contacto con una persona infectada con el virus. “Soy mayor de edad, tengo diabetes y me siento débil”, expresó un hombre de 65 años quien denunció a un doctor del Centro Médico de Río Piedras luego de haberse negado a hacerle la prueba.
Las pruebas también se están realizando en Bayamón, Caguas, Carolina, Ponce, Mayagüez, Manatí, Fajardo, Naguabo, Canóvanas, Añasco, Cataño y Humacao. Algunos pueblos requieren un referido médico para poder hacerse la prueba y otros están llevando a cabo evaluaciones por teléfono.
El 7 de mayo Puerto Rico recibió $8.5 millones del Departamento de Salud de Estados Unidos, para dividirse entre 22 centros de salud. El propósito de los mismos es ayudar a financiar los suministros de las pruebas para el COVID-19. “…estamos esperanzados en proyectos nuevos para generar lo que el país necesita que es mayor capacidad para hacer pruebas y dar seguimiento” expresó el secretario de Salud de Estados Unidos, Alex Azar.
(Edición: Erika Nieves)
Ajustes a la normalidad
Ciertamente, han ocurrido varios contratiempos en las vidas de todos los puertorriqueños, pues vivir en un encierro ha privado a muchos ciudadanos de sus trabajos. Algunos han sufrido y simplemente el dinero no les ha bastado para comprar las necesidades diarias y cumplir con sus deudas. Otros, han tenido que modificar sus costumbres y trabajos para ajustarlas a la nueva realidad. Precisamente, en una situación como esa tenemos a la directora del piso de ginecología del Hospital Universitario del Centro Médico, Ana Alvarado Henríquez.

Alvarado Henríquez comentó que luego de la situación actual del virus, su oficina ha tenido muchísimos ajustes en la rutina diaria. Además de limpiar todo constantemente, las enfermeras deben cambiarse toda su ropa médica cada vez que están en contacto con las pacientes. “Cada vez que se entra al cuarto se usa un equipo nuevo… se viste nuevamente y todo se bota.”, añadió la directora. Las enfermeras también deben quitarse todo su uniforme antes de entrar a su casa luego de trabajar. Cumpliendo con estos protocolos, el hospital quiere eliminar cualquier posibilidad de contagio entre los pacientes y empleados. Por tal razón, el hospital está proveyéndoles mascarillas y guantes a cada empleado. De igual forma, se les provee desayuno, almuerzo y cena a todas las enfermeras de la oficina para evitar que tengan que salir a comprar comida.
Ante la apremiante situación, Alvarado Henríquez comentó que su mayor preocupación son las enfermeras. Ante los protocolos establecidos y largas horas de trabajo muchas han experimentado ansiedad y miedo. Es un gran sacrificio al que las mismas se han sometido, arriesgando sus vidas y alejándose de sus familiares. Por eso, la supervisora del Departamento de Ginecología ha tenido que ofréceles mucho apoyo a las enfermeras. Es muy importante la salud mental de todos los empleados ya que los mismos necesitan fuerzas y motivación para seguir trabajando para ayudar al país en momentos de crisis. Por otra parte, la escasez de personal también es una preocupación mayor. Entre sus inquietudes, Alvarado Henríquez añadió: “Tengo que buscar más enfermeras, no las puedo dejar solas, tengo que darles apoyo, tengo que atender a las que están afuera…”. Ciertamente, las consecuencias que ha traído este virus van mucho más allá de los cambios en limpieza.
Ana Alvarado nos cuenta sobre el trato y apoyo que reciben sus enfermeras y empleados del Hospital Universitario de Centro Médico. (Edición: Erika Nieves)
Manejo de crisis
Luego de dos meses en cuarentena, el país ha tenido que obedecer unos nuevos protocolos y órdenes ejecutivas. La Gobernadora anunció que el toque de queda permanecerá hasta el 25 de mayo de 7 p.m. hasta las 5 a.m. Sólo se le ha permitido salir a aquellas personas que formen parte de servicios esenciales así como hospitales, supermercados, farmacias y restaurantes con facilidad de entregas o servicarro. Sin embargo, el 30 de abril, Vázquez Garced anunció que desde el 4 de mayo, los abogados, notarios, ingenieros, contables, la industria de piezas de carros, ferreterías, lavanderías, entre otros, podrán operar nuevamente de lunes a viernes entre los horarios de 9 a.m. a 5 p.m. Además, todos los negocios y compañías tendrán que seguir los protocolos de limpieza y prevención ante la situación del virus. Por tal razón, se continuarán las inspecciones de los locales operando.

Luego de un tiempo considerable durante cuarentena, el pueblo ha expresado sus opiniones mixtas ante el manejo de esta crisis. Rodríguez dijo: “El secretario de salud, salubrista no es… La epidemióloga era pediatra y sólo tomó un curso de epidemiología.” A pesar de las precauciones que las personas a cargo han tomado, se ha podido ver como estas personas al mando no están completamente educadas y al día para una pandemia como esta. Además, la epidemióloga expresó como hubo un brote en el Hospital Auxilio Mutuo, en donde murió una enfermera y otra persona, y a penas se le informó al pueblo para que se tomaran las debidas precauciones. Sin embargo, Rodríguez quiso felicitar al país por su sacrificio ante este virus. “Gracias a la cuarentena y el distanciamiento, el pueblo pudo detener los números de contagio”, añadió.
Para enfrentar este brote desconocido aún, todos los países han utilizado estrategias diferentes. Por tal razón, debemos seguir los consejos de lugares que han contraído grandes cantidades de casos, así como los que han manejado mejor la situación. De esta forma, se podrá entender qué situaciones se deben evitar y qué trabajos se pueden mejorar así como el “contact tracing” y agilizar el proceso de pruebas. Ante la espera de una vacuna, Puerto Rico debe seguir trabajando para manejar esta incertidumbre y enfrentar esta nueva realidad del COVID-19.
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